Las amamos. Dormimos con ellas. Les festejamos los cumpleaños. Les compramos ropa y golosinas. Nos acompañan a todos lados. Las consideramos parte de la familia. Y estamos convencidos de que, cuando les hablamos, nos entienden. Ese vínculo que tenemos con nuestras mascotas es tan fuerte que ya se habla de familias interespecie.

En Tucumán, se calcula que nueve de cada 10 familias tienen una mascota. En muchos casos las tratan como hijos y eligen nombres de humanos para ellas. Según el Registro Único de Mascotas (RUM), las denominaciones preferidas para animales de compañía son Simón y Lola.

Desde hace unos años se ve una creciente humanización de las mascotas, señala la veterinaria Diana Abascal, especializada en comportamiento animal. “Está bien que tratemos al perro o al gato como un integrante más de la familia, siempre y cuando tengamos en cuenta algunos límites”, explica la profesional.

- Hoy se habla de perrhijos y gathijos ¿cómo cambió el rol de las mascotas en las familias actuales?

- En la actualidad los animales de compañía son parte de nuestra familia y no está mal. Lo que está mal es considerarlos seres humanos. Caninos y felinos, si bien son especies domésticas, siguen siendo especies diferentes con necesidades muy disímiles entre ellas y entre nosotros.

- ¿Hay más concientización respecto de que pueden sufrir?

- Sin duda, lo cual me parece perfecto. Son seres que sufren dolor tanto físico como emocional. Esto incluye a todas las especies, cabe aclarar.

- ¿Cuáles son los riesgos de la humanización?

- Los riesgos son muchos, aunque parezca algo inofensivo y además involuntario, la humanización o antropomorfismo, puede llevar a trastornos en los comportamientos normales de los animales de compañía. Repito, hay que entender que son especies diferentes.

- ¿Cuáles son los problemas de comportamiento que más afectan a perros y gatos?

- En el caso de caninos, los más típicos son agresiones, destrucción de objetos en ausencia de los propietarios, marcación y/o eliminación de orina y materia fecal dentro de la casa, ansiedad y fobias. Y en los felinos: marcación inadecuada (orina en distintos lugares de la casa), ansiedad y agresiones.

Cómo se tratan

Hoy en día se ven cada vez más trastornos de comportamiento animal y eso está directamente relacionado con la creciente humanización de las mascotas. Algunas, por ejemplo, sufren mucho cuando quedan encerradas y ladran o lloran por horas. Padecen el síndrome de ansiedad por separación. Lo normal sería aceptar que el dueño se va.

¿Hay tratamientos para esto? Sí. Aunque parezca increíble. No es que los perros van al diván. Acuden a veterinarios etólogos, como Abascal. Después del diagnóstico se pueden elegir o combinar distintos tipos de terapias.

Gonzalo Beceda: “lo cuido como si fuera un hijo”

“Jano es un caniche toy de cuatro años y medio. Lo cuido como si fuera un hijo. El es mi gran compañía”, cuenta Gonzalo Beceda (32), blogger de moda e “influencer”. “Trabajo generalmente en mi casa y él siempre está haciéndome el aguante. Hago recreos y me pongo a jugar con él. Está presente en todos mis planes. Cuando salgo, me encanta llevarlo. En cualquier invitación que recibo, suelo preguntar: ¿puedo ir con Jano? Ahora, por ejemplo, estoy planificando hacer un viaje a la playa con él”, relata. “Le compro ropa, un buen alimento y lo cuido mucho. Siempre que viajo le traigo regalos. Elijo bares pet friendly y lo llevo conmigo; él se acuesta a dormir mientras yo trabajo”, describe.

Florencia Aramayo: “no me imagino la vida sin romeo”

“Romeo para mí es súper especial. Directamente no me imagino mi vida sin él. Lo cuido como si fuera un integrante de la familia. Lo llevo a todos lados. Es mi gran compañero”, confiesa la periodista Florencia Aramayo.
En el último Día de La Mujer invitaron a Florencia a una producción de fotos y le dijeron que debía llevar algo muy importante, que la represente. Ella no lo dudó: fue con su perro. Romeo es un shih tzu de seis años que corretea con su collar y pañuelo negro al cuello. “Es una raza hermosa, muy tranquila. Tenemos una fuerte conexión. Para mí es como un hijo. El estuvo siempre a mi lado, en las mejores y en las peores. Vivir este sentimiento, este amor tan incondicional, puro y desinteresado, es algo excepcional”, resalta.          
Florencia se ocupa de que nada le falte a Romeo: lo baña periódicamente (lo lleva a la peluquería canina o lo baña su abuela, que también le hace peinados especiales), cumple con los controles veterinarios y cuida que nunca le falte el alimento. De vez en cuando lo mima y le da de comer carne. Duermen juntos en la misma cama.

Magalí Toledo: “son una parte importante de mi familia”

Magalí Toledo trata a sus dos perros, Nina y Loqui -son bulldog francés- como integrantes más de la familia. De hecho, hace poquito fue mamá de su segunda bebé, pero ella considera que en total tiene cuatro hijos. “Los perros son una parte importante de mi familia así que cuando llegamos con la nueva bebé se las presenté e hice que se acercaran a sus pies y la olieran. A mi hijo Bautista le encanta estar con ellos. Cuando algo le da miedo, él los llama e inmediatamente se siente seguro y acompañado”, contó la bailarina de 38 años.